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Yo no abandono parte 1

Yo no abandono

Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo. Marcos 14:51-52 

Introducción: 

Hay muchos inconstantes. Emprenden algo y al poco tiempo se han rendido ante el menor desafío, inician una carrera y cuando la cosa se complica prefieren cambiar de carrera o abandonarla totalmente, contraen matrimonio y a la menor dificultad procuran el divorcio, inician una empresa y si no ven rápido las ganancias terminan por decepcionarse, en fin, la gente inconstante se rinde con facilidad. 

Muchos hoy deciden seguir a Cristo, pero pronto vuelven atrás ante las dificultades, tal como en la parábola del sembrador (Mateo 13:1-9), muchos reciben con gozo la palabra y parece que tienen el deseo de avanzar en el camino correcto, pero luego en el tiempo de la prueba se apartan, otros son atraídos por los afanes, las riquezas y placeres de la vida y nunca llegan a estar firmes. 

Hay una multitud que profesan seguir a Cristo, pero pronto abandonan el evangelio; en medio de esta multitud de desertores, nuestra generación tiene como meta no desistir, no desmayar, sin importar lo empinado de la cuesta, seguimos caminando, sin importar las dificultades, seguimos avanzando, sin importar lo placentero que parezca el mundo, seguimos a Cristo, somos una generación que ha decidido trascender. 

¿Por qué huyen los jóvenes? 

En el contexto del versículo leído en el Evangelio de Marcos 14:51, encontramos el relato de la aprehensión de Jesús, se dice que cuando Judas llegó para entregar al maestro, después de la pronta pero equivocada acción de Pedro en su afán de mostrar valentía, quedó únicamente un joven desconocido siguiendo a Jesús, el versículo inicia diciendo “pero” cierto joven, como dando a entender que aunque los otros huyeron, este persistió en seguir a Jesús en medio de este alboroto, pero ¿Por qué huyó, si ya había tomado el riesgo de seguir a Jesús? 

1.     Por no tener una relación íntima con Dios 

Entendemos que el joven seguía a Jesús, pero no nos dice que haya ido a su lado, claro, si él hubiera caminado al lado de Jesús en todo ese proceso, posiblemente también lo hubieran arrestado y quizá hasta hubiera muerto. 

Él le seguía, a una distancia que parecía segura, quizá había escuchado las enseñanzas del maestro, quizá había presenciado sus milagros y escuchado sus mensajes, pero no se había acercado lo suficiente a Jesús, solamente le seguía a cierta distancia, donde no se metía a problemas, y desde su comodidad podía sentirse bien por no huir como un traidor y cobarde, pero tampoco se arriesgaba a estar muy cerca ni arriesgaba su comodidad. 

En nuestros tiempos, tenemos muchos cristianos así, que se sienten atraídos por el mensaje del evangelio pero no quieren comprometerse a caminar con Jesús, le quieren seguir de lejos, pero no quieren permanecer a su lado y por lo tanto Jesús tampoco permanece en ellos, estos no se afirman, profesan creer en Dios pero no quieren vivir una vida agradable a Él, y por lo general se avergüenzan del evangelio, sobre todo si son jóvenes bajo la presión de sus compañeros. 

 

2.     Porque no están dispuestos a morir 

El joven no estaba dispuesto a morir, de haberlo estado habría caminado al lado de Jesús y no lo hubiera dejado en ningún momento, su intención no era mala, trató de seguirlo, pero no tuvo el suficiente valor para seguirlo hasta la cruz, ¿Tienes el suficiente valor para seguir a Cristo? 

Jesús había dicho: 

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 

Mateo 16:24 (RVR1960) 

Por supuesto que sí quería ir en pos de Jesús, por eso tomó el riesgo de caminar solo cubierto de una sábana para poder seguirlo, sin embargo no estaba dispuesto a negarse a él mismo y tomar la cruz. 

Hoy muchos jóvenes conocen cual es el camino, conocen la verdad, han experimentado el poder de Dios, pero no están dispuestos a tomar su cruz y morir a sí mismos y es por eso que pronto abandonan el camino y dejan a Jesús para poder vivir la vida que les agrada. 

Pero, ¿Qué significa tomar la cruz? ¿Negarse a uno mismo? ¿Morir a uno mismo? 

Primero representa nuestra firme decisión a dejar atrás el pecado, los jóvenes deben estar dispuestos a renunciar a todo aquello que parece agradable pero que la biblia llama pecado, cosas comunes entre los jóvenes de hoy como la fornicación, borracheras, maledicencia, orgullo, homosexualismo, etc. 

Pero también representa algo sublime, Jesús tomó la cruz para morir a causa nuestra, la cruz representa el amor más grande que la humanidad ha recibido, cuando Cristo llevaba la cruz, pensaba en ti, pensaba en mí, por eso dijo que no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos (Juan 15:13), entonces tomar nuestra cruz es olvidarnos de nosotros mismos para empezar a preocuparnos por los otros, es salir de mi comodidad para buscar al que está perdido, es dejar la calidez de mi casa para ir a buscar al que está esperando algo de amor, tomar la cruz es pues dejarme de importar yo, para que me importe más el resto de la humanidad, tal como Jesucristo lo hizo. 

3.     Pretenden ser justos por sí mismos 

El joven del relato, iba cubierto con una sábana, pero al verse apresado prefirió dejar aquello que lo cubría para huir sin ropa y avergonzado. 

Esta es la situación de muchos cristianos en la actualidad y no solo de los jóvenes, hay muchos que pretenden cubrir sus pecados con apariencias, vienen a la iglesia, tratan de portarse bien ante la gente, pero en donde no se les conoce o en donde nadie les ve, aún conservan actitudes mundanas, pretenden cubrirse con la sabana de la auto justificación, pero si no están revestidos de la verdadera justicia de Dios, cuando llegue el momento difícil no tendrán la valentía para permanecer porque debajo de esa falsa apariencia aún hay pecado y el pecado trae vergüenza, muchos de los jóvenes fallan y como fallan se sienten avergonzados para llegar a la iglesia, tratan de estar bien basados en su opinión pero en cuanto pecan, se sienten desnudos ante Dios, se sienten muy avergonzados como para leer su biblia y se sienten avergonzados aun para orar a Dios y pedir perdón por su pecado, porque piensan que para acercarse a Dios deben ser perfectos, creen que acercarse a Dios depende de su nivel de bondad y están ahí siguiendo al maestro cubiertos por esa frágil sabana, cubriendo todas sus faltas y temores, sin embargo nadie puede llegar a ser perfecto por sí mismo, aunque sí debemos buscar la perfección, la única manera de hacerlo es acercarnos a Dios en nuestra imperfección, no existe otra forma, Jesucristo te busca tal cual eres: 

Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte;  y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios. Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención, para que, tal como está escrito: EL QUE SE GLORIA, QUE SE GLORÍE EN EL SEÑOR. 1 Corintios 1:26 

¿Estás cubierto de la justicia divina o aun tratas de ser bueno por tus propios medios? Si debajo de tus buenas intenciones o tus buenas obras, existen temores, debilidades y aún ocultas faltas que te alejan de Dios, es tiempo de acercarte más al Maestro, esa falsa sensación de seguridad que te brinda la “sabana de la auto justificación” debe ser cambiada por la verdadera cobertura de justicia divina, no importa cuál sea tu condición, no tienes que ser perfecto para que Dios te vea perfecto, solamente tienes que acercarte a Cristo y dejar que sea Él quien te justifique, para que en el momento difícil seas fortalecido y no abandones a Jesús. 

 

Bendiciones, espera pronto la segunda parte. 

 

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