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La Gratitud Parte 1

La Gratitud

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5:18

Introducción:

Hace algunos días, pensaba en todos los favores que he recibido de parte de Dios, y pensaba si existía alguna forma de pagar por todos sus beneficios, por supuesto no hay manera de pagar, pero pensaba que aunque no le puedo pagar, debo vivir de tal manera, que cada cosa que haga, evidencie que tengo gratitud hacia Dios, pero, ¿realmente estaré siendo agradecido?

 

De esto, surgió el deseo de conocer que es lo que Dios nos dice por medio de su palabra a cerca de la gratitud, así pues nació este mensaje.

 

Significado:

Primero, veamos qué dice el diccionario de la RAE a cerca de la gratitud. 

 

 Sentimiento que nos obliga (exige, constriñe, ordena, manda) a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.

 

Es decir, cuando tenemos gratitud, estimamos (apreciamos, valoramos) las cosas que otros hacen por nosotros e incluso valoramos las cosas que no han hecho, pero que haya querido hacer, es decir, una persona agradecida, tiene en mucha estima hasta la buena intención que alguien más tenga en su favor aunque nunca se concrete el hecho, este mismo sentimiento nos lleva a corresponder de alguna manera a la persona que actúa o intenta actuar en beneficio nuestro.

 

¿Qué dice la biblia?

La biblia también nos enseña algo sobre la gratitud, la biblia relaciona la gratitud con la memoria, es decir, el que es agradecido no puede olvidar lo bueno que han hecho por él, pero aquel que olvida, definitivamente no puede ser agradecido, David habla de esto en un salmo muy conocido:

 

Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmos 103:2

 

David, está apreciando cada uno de los favores que Dios le ha concedido, él expresa por medio de su salmo la eterna gratitud que tiene hacia Dios por todas las cosas que ha hecho en su favor, en este salmo describe los elementos más sublimes de la misericordia de Dios, como el perdón, sanidad, misericordia, etc.  David agradece por medio de su canto, y se exige a sí mismo no olvidar los favores de Dios.

 

Y en el Salmo 100:4 nos enseña a apreciar sus favores pero también a buscar cómo corresponder a Dios por sus cuidados, por eso nos dice que entremos por sus puertas con acción de gracias. 

 

Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Salmo 100:4

 

Es decir, cuando vengamos a presentarnos ante Dios, debemos venir no solo con el sentimiento de estar agradecido, sino con acciones en nuestra vida que reflejen ese sentimiento, no basta solo con sentirlo o decirlo, debemos actuar. 

 

Tomando en cuenta todo lo dicho hasta el momento, entendemos que el agradecimiento no es solo dar las gracias verbalmente, el agradecimiento es una forma correcta de vivir y es también acción, es algo más concreto, algo que puede verse, percibirse, por eso el salmo 100:4 nos pide que entremos con acciones de gracias.

 

¿Cuáles son las acciones que evidencian tu gratitud? ¿La gente que te rodea puede ver que realmente estas agradecido?

 

Un principio Bíblico:

Una de las cosas que pueden observarse en la biblia, es que Dios toma muy a pecho las acciones que tomemos para con nuestros hermanos, esta es una regla en la biblia, todo lo que hagamos a nuestros hermanos, es como si a Dios lo hiciéramos. 

 

Respondiendo el Rey, les dirá: “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25:40

 

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 1 Juan 4:20

Por eso, lo primero que debemos tomar en cuenta para vivir agradecidos con Dios, es vivir agradecidos con nuestro prójimo, con nuestros hermanos, padres, hijos, cónyuge, en general con todo aquel que nos rodea.

 

Si yo digo que estoy agradecido con Dios, pero no me muestro agradecido con quienes me rodean, entonces ese agradecimiento no es sincero, porque estar agradecido con Dios, se refleja en nuestro comportamiento para con nuestro prójimo. 

 

Yo no debo sentarme a la mesa y dar gracias a Dios por mis alimentos, sin agradecer también a mi padre terrenal que trabajó para proveerlos, o si no he dado gracias a mi madre, esposa o a quien haya cocinado los alimento. 

 

No puedo decir que estoy agradecido con Dios por lo que provee para mi hogar, si no soy agradecido con quienes han servido de medio para esa provisión, por ejemplo con nuestros patrones que nos brindan trabajo o con nuestros clientes que consumen nuestros productos o servicios; es importante reconocer que todo nuestro sustento proviene de Dios y por eso debemos ser agradecidos con Dios, pero es necesario ser agradecido también con quienes  Dios usa para llevarnos ese sustento.

 

En resumen, antes de venir con agradecimiento ante Dios, debo ser agradecido con mi prójimo, si no soy agradecido con quien veo, tampoco podré ser agradecido con Dios. 

Y si yo vengo a expresar agradecimiento ante Dios, sin ser antes agradecido con mi prójimo, entonces podría estar siendo hipócrita, tal como el fariseo de Lucas 18:11 que puesto en pie daba gracias pero únicamente para ser visto de los hombres, y el resto de la parábola nos deja saber que Dios no recibió esa oración.

 

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