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Hagamos algo grande

Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, y su madre lo llamó Jabes, diciendo: Porque lo di a luz con dolor. 1 Crónicas 4:9

Introducción

Hagamos algo magníficamente grande, algo loco, algo que esté más allá de los límites que nos hemos puesto, algo que vaya en contra de este sistema decadente y de esta sociedad corrupta, vamos a provocar impacto en quienes nos rodean, vamos a marcar la vida de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestros vecinos, de todo aquel que tenga la dicha de cruzarse en nuestro camino, haremos algo grande para el reino de Dios, algo grande para nosotros, algo grande para nuestra familia y comunidad, haremos algo grande, tan grande que la única manera de poder hacerlo es dejando que Dios trabaje de nuestro lado.

Un triste inicio

Soñar en grande representa el riesgo de ser objeto de burla, fijarnos grandes metas y no tener las bases para cumplirlas puede ser una gran decepción, sobre todo cuando toda nuestra vida  hemos recibido burla, maltrato o desprecio, tratamos siempre de salir adelante y cambiar el curso de nuestra historia pero a veces una desgracia llama a otra y nos quedamos siempre en el mismo lugar. 

 

Quizá siendo niño fuiste despreciado en algún momento, puede ser que incluso haya sido por tus padres, quienes a veces hacen o dicen ciertas cosas incorrectas sin pensarlo: “mira al niño de la vecina, él sí salió inteligente”, “¿Por qué no eres como tu hermano?”, “saliste igual de tonto que tu padre”.

 

Incluso hay quienes llegan a insultar a sus hijos, utilizando un lenguaje tan común entre los padres, por lo menos en mi país se escuchan estas expresiones: “que tonto eres”, “patojo burro”; peor aún, hay quienes se atreven a dañar con más fuerza: “no servís para nada”, “yo no sé para qué te tuve”, “mejor te hubiera abortado” 

 

Las palabras de los padres causan un efecto muy grande en la vida de los hijos, son declaraciones que caen sobre ellos como un manto y los cubre totalmente, ya sea para bien o para mal, después de todo, para un niño la opinión más importante es la de sus padres, si ellos le dicen que su  nacimiento fue una bendición y ministran bendición sobre su vida, ese manto de bendición le cubrirá, por el contrario si las palabras son negativas e incluso de maldición, esa maldición pesará sobre ellos toda su vida, ¿habrá alguna salida?

 

Justamente esa es la historia de Jabes, un personaje que aparece en la genealogía de la tribu de Judá; en el versículo nueve se le menciona por primera vez señalando dos cosas importantes de él, que fue más ilustre que sus hermanos y que su misma madre le llamó Jabes, y Jabes significa dolor o el que causa dolor. 

 

Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, y su madre lo llamó Jabes, diciendo: Porque lo di a luz con dolor. 1 Crónicas 9:4

Jabes, el que causa dolor

El nombre de Jabes (iabetz), proviene de una palabra hebrea que se pronuncia etseb (6089), su significado es dolor, trabajo, pena, dificultad, ídolo, herir, ofender, punzada, tristeza, entre otros significados igual de negativos. 

El hecho de que su madre le haya puesto un nombre con un significado tan malo, nos deja mucho en que pensar, quizá las circunstancias en que Jabes nació fueron duras en extremo, por eso su madre lo nombra el que causa dolor, el que causa tristeza, el que provoca pena, el que ofende, y así podríamos seguir con una lista de significados, todos ellos negativos. 

¿Cuántos de nuestros jóvenes de hoy, fueron concebidos en situaciones negativas? Recibiendo desde el vientre de su madre, el dolor que se vivía en ese momento producto de las malas decisiones de los padres, quizá en algunos casos hijos productos de una violación que no solo produce trauma en la madre sino también en el hijo engendrado, hijos no deseados, que cuando llegaron fueron mal recibidos porque los padres creyeron que sus vidas estaban arruinadas desde ese momento, nuestra sociedad está llena de personas así, embargadas de tristeza y dolor porque en algún momento les ministraron cosas negativas en su vida, les hicieron pensar que fueron un error y que todo lo que hacen es un error, ahí está en gran medida la razón de tantos suicidios, de tanta gente sin deseo a superarse, nuestra baja tasa en educación y alta tasa de desempleo también dependen de eso, de gente que no se cree capaz de lograr nada importante porque desde niños les hicieron creer que no valen nada; la manera en que los padres ministran a sus hijos, tiene repercusión en su futuro, para bien o para mal, ¿En qué condiciones fuiste concebido? ¿Te has creído lo que te han dicho que eres? ¿Sabes realmente cuánto vales y cuánto puedes lograr?

Es tiempo de un formateo

En los aparatos que tienen memoria como celulares y computadoras, puede ocurrir que por un mal uso se llenen de virus  y pronto nuestro equipo electrónico empiece a fallar, en estos casos hay un remedio para limpiar el disco y tener nuestro equipo funcionando como nuevo, es el formateo, esto es para borrar todo rastro de virus, aunque también implica eliminar todo programa, archivo e incluso el sistema operativo y volver a instalar un nuevo sistema operativo limpio y funcional. 

 

Cuando detectamos que nuestra mente está llena de virus que nos ponen lentos y no nos dejan avanzar, es tiempo de un formateo. 

 

Los virus entran a la memoria de una computadora o celular, por medio de programas que descargamos, quizá los programas nos sirven para algo pero si no tenemos cuidado, junto al programa estaremos instalando un virus que poco a poco destruirá el sistema hasta colapsarlo. 

En nosotros pasa lo mismo, los virus son esas actitudes que fueron instaladas en nosotros y que nos dañan, una actitud mediocre, de pereza, de conformismo, un sentimiento de culpa, de tristeza, una autoestima baja o nula, son virus que poco a poco colapsan nuestro sistema, y que terminaran por arruinar nuestra vida a menos que los descubramos y hagamos algo al respecto, estos virus no son fáciles de detectar, puesto que también fueron puestos en nosotros disfrazados de “programas” que nos son útiles, algunos de estos virus fueron puestos con el pretexto de la corrección y disciplina, padres que no aprendieron a corregir y disciplinar, en vez de usar el dialogo y la vara según sea necesario, se dedicaron a utilizar el maltrato como medio para corregir y los golpes sin medida como excusa de disciplina, hemos escuchado a padres golpeadores decir “así me corregían a mi” en ellos fue instalado el virus, disfrazado de corrección, su sistema colapsó y ahora lo que sucederá es que transmitirá el mismo virus a sus hijos por medio del mismo programa, la excusa de la corrección, el virus entró disfrazado por causa de padres que no buscaron la ayuda de Dios, hemos criado a muchos Jabes, que urgentemente necesitan un formateo. 

 

E invocó Jabes al Dios de Israel. 1 Crónicas 4:10

 

La memoria de Jabes, recibió un sistema nuevo, sin virus, podríamos llamarlo el sistema de Dios; en el momento que Jabes decide invocar al Dios de Israel, sus pensamientos son cambiados, se da cuenta que puede ser algo más que un causante de dolor, puede llegar a ser de bendición, ¿te has preguntado si tú puedes ser de bendición para la vida de alguien más? Podrías lograr algo grande si tan solo tu mente es limpiada de todo lo negativo que han instalado en ella, necesitas la mente de Dios.

¿Qué debo hacer para cambiar mi vida?

Si nos hemos sentido identificados con los párrafos anteriores, quizá nos hemos dado cuenta que en verdad hay cosas que debemos cambiar en nuestra vida, quizá recién nos hemos dado cuenta que estamos estancados y no hemos encontrado la razón por la cual Dios nos ha creado, quizá nos sentimos como una especie de Jabes, el error de la familia, la oveja negra, el no deseado, o si eres padre de familia quizá te sirva para analizar lo que estas sembrando en tus hijos, o si conoces gente  así quizá te sirva para dar consejos, pero ahora que lo sabemos, hagamos algo para cambiar nuestra vida y el curso de nuestra historia.

 

  • Invocar a Dios: 

E invocó Jabes al Dios de Israel. 1 Crónicas 4:10

Lo primero que Jabes hizo fue invocar al Dios de Israel; invocar viene del hebreo Qará, que significa clamar, invocar, llamar en voz alta, más específicamente se utiliza para clamar, encontramos una promesa en Jeremías 33:3 que dice “Clama a mí y yo te responderé” encontramos el mismo verbo Qará en este versículo, diciendo al que clame a mí, yo le responderé y le mostraré cosas grandes y ocultas que antes no conocía.

Es verdad que para todo aquel que fue maltratado desde niño es sumamente difícil sentirse valorado, al que le dijeron que es incapaz, al que llenaron de dudas y de auto desprecio en su niñez, luego cuando es joven o adulto le cuesta creer que puede llegar a ser alguien importante y que pueda lograr muchas cosas, ciertamente para esta persona el éxito está oculto, no le es permitido ver todo aquello que puede hacer con la ayuda de Dios, pero la biblia nos da una promesa, a todo aquel que clame a Dios, le será mostrado todo aquello que le es oculto, le será permitido todo aquello que ha permanecido bloqueado para él; invoca el nombre de Dios, te aseguro que tendrás una mejor visión de todo aquello que puedes lograr y que antes no pasaba por tu mente. 

 

  • Pedir bendición:

Oh, si en verdad me bendijeras. 1 Crónicas 4:10 LBA 

Después de invocar a Dios, tenemos la promesa que él responderá, entonces podemos pedir bendición, Jabes clama desesperadamente, la interjección “oh” es la muestra de cuan apasionadamente está pidiendo ser bendecido, lo anhela fervientemente y tiene la esperanza de que Dios le responda, después de una vida de dolor, el anhelo por recibir bendición es muy grande, quizá no te haya ido muy  bien en la vida hasta ahora, de hecho puede ser que nunca pensaste en directamente ir a Dios y pedir su bendición, pero sin importar que tan oscura haya sido tu vida hasta ahora, es tiempo de clamar con pasión a Dios y pedirle su bendición, puedes estar seguro que él responderá. 

 

Hay quienes piensan que pedir bendición para uno mismo es un poco egoísta, sin embargo no es malo pedir la bendición de Dios, siempre y cuando se tenga claro qué es la bendición de Dios, a veces la bendición se confunde con prosperidad material, con dinero, casas, carros, salud, pensamos que eso es bendición de Dios, y terminamos por decepcionarnos cuando nos damos cuenta que buscamos de Dios y nada de eso material viene en abundancia a nuestras vidas, es que debemos entender que la bendición de Dios es algo mucho más valioso que lo material, incluso podría decir que comparar la bendición de Dios con lo material es una ofensa, pedir a Dios que te bendiga y esperar a cambio prosperidad económica es no solo ofensivo sino que también una pérdida de tiempo, porque la bendición de Dios va más allá de todo lo corruptible de este mundo, la bendición de Dios es contar con su favor en todo tiempo, es cuando el prospera nuestro camino aun cuando no existan los recursos necesarios, claro que Dios se encarga de proveernos todo lo material que necesitamos, pero nosotros no deberíamos poner nuestra esperanza en eso, eso ya Dios lo tiene resuelto para nosotros. 

 

  • Pedir ensanchamiento

Si ensancharas mi territorio 1 Crónicas 4:10 LBA

Jabes pide bendición, es decir el favor de Dios, la prosperidad que Dios anhela para nosotros, pero pide también que su territorio sea ensanchado, es decir está pidiendo más terreno, abarcar más, pero otra traducción para esto sería: “si tú extendieras mis límites” o “si extendieras mis fronteras”, es decir, para entender las lo que Jabes estaba pidiendo debemos comprender que el ensanchamiento va más allá de crecer materialmente,  debemos pedir que Dios nos permita ir más allá de los límites que nos han fijado o que nosotros mismos nos hemos puesto, pero para pedir un ensanchamiento, es necesario reconocer cuales son nuestros actuales límites, dónde llegan nuestras fronteras, entonces podremos comprender cuan reducidos estamos y lo mucho que necesitamos de un crecimiento ¿has reconocido ya cuál es tu territorio? ¿Hasta dónde llegan tus límites? Quizá tengas mucho más espacio para conquistar, pero tú mismo te has impuesto límites que no te permites cruzar, es tiempo de pedir a Dios que ensanche tu mente, que amplíe tu visión y te permita sobrepasar todos los límites que te has puesto, puedes lograr mucho más de lo que crees, puedes recibir bendición y entonces expandir tus límites y llevar bendición a otros, puedes crecer, en el ministerio, en la vida, en lo académico, en lo familiar, fuiste llamado para conquistar y hacer crecer tu territorio constantemente, no para permanecer estático, pide un crecimiento, sobrepasa tus limites, rompe barreras, llega más lejos,  trasciende. 

 

  • Pedir la ayuda de Dios

Si tu mano estuviera conmigo 1 Crónicas 4:10 LBA

No podremos avanzar mucho si el poder de Dios no va con nosotros, pedir ayuda es bueno, pero es aún mejor pedir ayuda al único que puede ayudarnos en absolutamente todo, debemos pedir ayuda al todopoderoso.

 

En hebreo se usa la palabra Yad para decir mano, pero el sustantivo Yad, en hebreo significa mano y también poder, es decir, Jabes está pidiendo a Dios que su poder vaya con él, la frase podría traducirse: “Si tu poder estuviera conmigo” definitivamente es una buena idea pedir a Dios poder, el poder que nosotros obtenemos viene por medio del Espíritu Santo, Jesús dejó la promesa que recibiríamos poder cuando viniera sobre nosotros el Espíritu Santo, así que podemos pedir la llenura del Espíritu Santo y esto significa recibir poder de Dios, es decir, pedir la llenura del Espíritu Santo, equivale a que su mano esté siempre con nosotros. 

 

  • Pedir protección

Si me guardaras del mal para que no me causara dolor. 1 Crónicas 4:10 LBA

En general Jabes está pidiendo protección para todo tipo de mal, que lo libre de angustia, enfermedad, escases, etc., y de todo aquello que le pueda provocar dolor, pero si lo pensamos mejor, muchas veces el dolor viene producto de nuestras propias acciones, así que debiéramos pedir que Dios nos libre del mal que nosotros mismos hacemos, de nuestras malas decisiones, de nuestros malos pasos, para evitar el dolor en un futuro. 

 

Lo que ocurre es que en la juventud tomamos muchas decisiones, y muchas veces, producto de lo que nos enseñaron y de la forma en que nos trataron, tomamos las peores decisiones, por ejemplo actualmente muchos jóvenes y adolescentes deciden tener una vida sexual activa antes del matrimonio y a una edad donde no comprenden aun el nivel de responsabilidad que eso conlleva, esto provocará más adelante dolor, el dolor de un embarazo no deseado que a su vez transmitirá al hijo el dolor de ser un hijo no deseado, otras veces se toma la decisión de probar sustancias prohibidas, esto traerá más adelante el dolor de una adicción que nos destruirá lentamente, la decisión de abandonar los estudios es muy común, aunque en la  etapa adulta traerá el dolor de sufrir una mayor probabilidad de desempleo y junto a ello el estrés de no tener los medios para llevar el sustento a casa. 

 

En fin, aunque estas situaciones son decisiones personales, debemos pedir a Dios que nos ayude para no tomar esta clase de decisiones, y en general que nos libre de todo aquello que sea causante de dolor.

El mejor desenlace

Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos 1 Crónicas 4:9 LBA

Y Dios le concedió lo que pidió. 1 Crónicas 4:10 LBA

 

Finalmente, encontramos una afirmación positiva al terminar el versículo diez, dice que Dios le concedió lo que pidió, aunque esto se podía suponer desde el versículo anterior, ya que dice que Jabes fue más ilustre que sus hermanos. 

 

Un hombre que desde su nacimiento recibió la pauta para ser algo malo, para vivir en dolor y causar dolor, supo cambiar su historia y aunque su historia se limita a solamente dos versículos, esta pequeña historia inicia diciendo que fue un personaje ilustre y termina diciendo que Dios le concedió lo que pidió. 

 

Claro que no se trata solo de pedir sino de esforzarnos constantemente, hay pocas cosas que Dios pide para responder a nuestra oración, solamente amarle, andar en sus caminos y cumplir sus mandamientos, parece una tarea difícil, pero en realidad el mismo Dios nos ayuda a cumplir con estas cosas, a cambio de esto tenemos la promesa de recibir bendición. 

 

Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra de la que vas a tomar posesión. Deuteronomio 30:16 | NVI 

Conclusión:

Si escribieras tu historia ¿tendrías un buen inicio? Puede ser que sí, quizá tuviste la dicha de tener una buena infancia y que todo marche bien hasta este momento, pero si la respuesta es no, ¿Qué estás haciendo para tener un buen final? 

 

Una vida prospera no depende de lo que te hayan dicho y hecho creer o de la forma en que te traten, aunque esto influye en nuestra vida, nosotros tenemos en nuestras manos la decisión para cambiar nuestro rumbo, ¿quién te dañó? Perdona, olvida y ensancha tu territorio, se bendito, alcanza todo aquello que te propongas, tu destino no está escrito en piedra, depende de ti forjarte un futuro próspero y un nombre ilustre, invoca el nombre del Dios de Israel, deja que trabaje en tu vida, ensancha tu ministerio, levántate y proponte hacer algo grande, Dios está contigo, te aseguro que obtendrás la victoria; finalmente, te recuerdo las palabras del apóstol Juan, que ahora te las quiero decir de parte mía: amado o amada yo deseo que prosperes en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma.

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