Hay vida en las escrituras

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39

El 18 de noviembre de 1978, más de 900 personas tomaron la fatal decisión de suicidarse tomando cianuro. Las madres que tenían bebés, dieron a beber este veneno a sus hijos antes de tomarlo ellas mismas; guiados por su líder Jim Jones, acabaron con su vida engañados con vana palabrería.  Esto ocurrió ya hace 41 años, los seguidores de la secta El Templo del Pueblo fueron como ciegos detrás de su líder y lo siguieron hasta la muerte. 

Aunque ya pasaron muchos años de este acontecimiento, aun duele pensar cuántas vidas se perdieron por causa de la ignorancia, pues toda esta gente pretendía seguir el cristianismo, aunque en realidad eran una secta. Su ignorancia bíblica y su desprecio hacia el verdadero evangelio les mantuvo cegados y les costó la vida. 

Quizá pienses que esta gente fue muy tonta al creer ciegamente en las enseñanzas de Jim Jones, pero quiero que esta historia nos sirva a todos para reflexionar profundamente respecto a nuestra propia condición. ¿Confrontas cada mensaje que escuchas a la luz de la biblia? ¿Lees y estudias con frecuencia tu biblia? ¿Amas escudriñar las escrituras? Porque si tus respuestas fueron negativas entonces tienes una gran señal de alerta prendida sobre tu cabeza. Quizá no cometas suicidio físico pero tu poco interés en aprender de la palabra de Dios, es un suicidio espiritual. 

Hoy, miles van detrás de guías ciegos, buscando solo satisfacer sus propios deseos, escuchando solo lo que les conviene, prosperidad, decretos, milagros, etc. van con la boca abierta asombrándose de todo lo que escuchan sin verificar ni de casualidad si lo que se predica realmente tiene respaldo bíblico, ¿sabes algo? Estos miles están cometiendo suicidio espiritual, siendo un suicidio en masa de exageradas dimensiones. Ya lo dijo el profeta Oseas:

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6

Así que hoy te suplico: Estudia tu biblia, lee, escudriña, confronta todo lo que oyes, usa tu lámpara y llénate de la palabra de Dios. En su palabra encontrarás vida.