Consejo #1
Cuando evangelices, no ofrezcas solución a los problemas de la persona. Muchos usan frases como: "Busca a Dios y él te dará un trabajo", "él arreglará tu matrimonio", "él arreglará tus problemas", etc. la realidad es que todo aquel que se acerque a Dios pensando que tendrá solución a todos sus problemas, tarde o temprano volverá al mundo decepcionado, pues se dará cuenta que aunque sigue a Cristo sus problemas no han terminado.
El evangelio no es para la solución de nuestros problemas, es para perdón de nuestros pecados y vida eterna en Cristo Jesús.
Cuando evangelices no utilices espejismos, predica la verdad, el evangelio sirve para mostrar al pecador su necesidad de Cristo y que de esta manera pueda ser salvo.
Claro que Dios puede obrar milagros, pero esas son las añadiduras, no la meta principal.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33
Consejo #2
Ley para el pecador, gracia para el humilde. Cuando hablamos de la ley y la gracia mucha gente está confundida porque no sabe si la ley aún es válida o ya no; cabe decir que Jesús mismo dijo que
él no había venido a abrogar la ley sino a cumplirla, de hecho, él sí pudo cumplir con la ley algo que ningún otro humano hubiera podido hacer jamás.
Pues bien, gracias a que Jesús cumplió con la ley, ahora nosotros tenemos acceso a la gracia de Dios.
Entonces ¿la ley ya no es útil? ¡Sí, es útil aún! Pero no para ser salvos, pues la salvación es por gracia. La ley es como un espejo que nos muestra nuestro error, pues si no conociéramos la ley entonces no sabríamos lo que es malo.
Yo pongo este ejemplo para que sea más entendible: Cuando tú comes frijoles (espero los conozcan en todos los países) a veces queda una pequeña cascara pegada a tus dientes, supón que no te lavas
y sales así a la calle, vas por todos lados sonriendo y hablando con todos y todos ven la cascara pegada a tu diente, tú no sabes que eso está ahí, tú vives despreocupado sin saberlo, hasta que
alguien te lo dice o tú te ves a un espejo; entonces pasa algo, en ese momento te llenas de vergüenza al pensar todo el tiempo que anduviste con tu diente sucio, lo único que quieres es quitar la
cascara y que todo mundo olvide ese incidente.
Pues bien, justo así funciona la ley, el pecado es como esa cascara pegada a tu diente, tu vives la vida despreocupado mientras estas pecando sin preocuparte de nada, es más, la gente disfruta
pecar, porque el pecado da placer, y nadie se preocupa de eso, hasta que alguien llega y les hace ver su error o hasta que ellos toman una biblia y descubren la ley de Dios, que les sirve como un
espejo y les muestra su mancha, entonces a partir de ese momento aquel pecador que reconoce su pecado se muestra avergonzado por la vida que ha llevado, y lo único que quiere es quitar la mancha
de su pecado y olvidar su pasado, justo en ese momento es que puede entrar en acción la gracia de Dios, para que el pecador sea perdonado y reciba vida eterna.
Así que la ley nos sirve para evangelizar, nos sirve para mostrar a la gente su necesidad de perdón (Por cuanto todos pecaron… Romanos 3:23), y la gracia nos sirve para dar consuelo al pecador
haciéndole saber que su deuda puede ser cancelada (De tal manera amo Dios al mundo, que dio a su hijo… Juan 3:16).
Entonces, muchos cristianos evangelizan con frases como: “Dios quiere perdonarte”, “Dios tiene un plan para ti”, “Cristo te ama y quiere salvarte”, etc. y son frases totalmente validas, claro que
sí, pero que no deben ir en primer lugar pues yo no puedo llegar con alguien a decirle: “ Dios quiere perdonarte” si antes yo no le he explicado de qué debe ser perdonado, de esta cuenta que
mucha gente se justifica diciendo: “Es que yo soy bueno”, “No le hago daño a nadie” y cuando le decimos que Dios le puede perdonar sus pecados, piensan que ellos no necesitan perdón pues suponen
que nunca han hecho nada malo, ellos mismos no han visto “la suciedad en su diente” así que la ley es para el pecador, para mostrar su pecado, es el espejo que le hace saber su condición y una
vez que lo ha reconocido, cuando ya se dio cuenta que realmente necesita perdón entonces le mostramos la maravillosa gracia de Dios, que es capaz de limpiar todo pecado y darnos vida nueva.
Cita de referencia:
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios; porque por las obras de la
ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.
Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas; es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos
los que creen; porque no hay distinción; por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo
Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos
anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús. ¿Dónde está, pues, la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál
ley? ¿La de las obras? No, sino por la ley de la fe. Porque concluimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley. ¿O es Dios el Dios de los judíos solamente? ¿No es
también el Dios de los gentiles? Sí, también de los gentiles, porque en verdad Dios es uno, el cual justificará en virtud de la fe a los circuncisos y por medio de la fe a los
incircuncisos.
¿Anulamos entonces la ley por medio de la fe? ¡De ningún modo! Al contrario, confirmamos la ley.
Romanos 3:19-31
La ley es como un espejo donde el pecador puede ver su condición pecaminosa y de total depravación.
Antes que alguien reconozca su necesidad de arrepentirse y poner su confianza en
Jesucristo debe reconocer que ha violado la ley y que es culpable ante Dios. Si el pecador no reconoce que ha violado la ley entonces todavía estará orgulloso y confiando en su propia justicia
para ser salvo.
Recuerda, el principio del evangelismo bíblico es: Ley al orgulloso y gracia al humilde. (Proverbios. 3:34; Santiago 4:6; 1ªPedro 5:5)
No tiene sentido predicar la gracia hasta que las demandas de la ley y la realidad de la culpa delante de Dios no sean predicadas. (John McArtur)
Si no incluimos el uso de la ley en nuestra presentación del evangelio el pecador no verá su necesidad de arrepentirse, porque se creerá bueno y si aun así decide venir a Cristo vendrá por los motivos incorrectos y por consecuencia la conversión no será duradera o genuina delante de Dios.
Pablo decía que la ley es buena si se hace uso de ella conforme al propósito que tiene. (Por favor leer 1ªde Timoteo 1:8-11)
Ley es un profesor que te enseña y te dice: Eres culpable y necesitas hacer algo al respecto (Gálatas 3:24).
La ley te persigue y te condena hasta llevarte a la cruz, donde esta Cristo crucificado, pagando en tu lugar por tus pecados y justificándote por la fe (Gálatas 3:25). De ahí en adelante solo puedes amarla y obedecerla porque ya termino su propósito de hacerte ver que eras un pecador.
Así que cuando estés testificando presenta la ley de Dios, pásate un montón de tiempo allí, así como lo hizo Jesús. (Mateo 19:16-22; Juan 4:1-39).
Ahora un ejemplo ilustrativo para un caso común:
Cuando realizas evangelismo personal, podrás encontrarte a más de uno que te diga: Se que soy culpable, no me he portado bien, pero creo que iré al cielo, porque Dios es bueno y no me castigaría.
En ese caso muéstrale éste ejemplo:
Imagina que estas ante un juez en un caso criminal, y el juez tiene todas las evidencias en tu contra. El sabe que eres culpable, y que has mentido para
evadir la justicia. Si él es un buen juez no puede dejarle ir, pues si te dejara ir a pesar de las evidencias, dejaría de ser buen juez para ser juez corrupto. Él debe asegurarse de que si
eres culpable seas condenado.
Así también tenemos a un Dios bueno, que es nuestro juez, como Él es bueno, entonces debe asegurarse que todo aquel que es culpable sea condenado, pues si no
lo hace, dejaría de ser justo.
Consejo #3
¿Cómo dar a conocer el evangelio a un desconocido?
Una de las cosas más difíciles para nosotros, cuando recién iniciamos en la obra de evangelismo, es que no sabemos cómo acercarnos a un extraño para compartirle la palabra. Lo vemos y pensamos
que quizá esté muy necesitado de escuchar las buenas noticias, pero a la vez tenemos miedo de acerarnos porque no sabemos cómo entablar una conversación.
Debo decir que este miedo solo se quita con la práctica, y aun así, a veces siempre seguimos sintiendo cierto nerviosismo al hacerlo, pero es algo que se puede controlar conforme más lo hagas;
por supuesto acá no he mencionado oración constante y lectura de la biblia constante porque eso es algo que damos por hecho que ya debe ir incluido.
Aprenderemos varios pasos para evangelismo personal a desconocidos, así que atentos, apunten y a poner en práctica.
1. Inicia conversación con un tema cualquiera. Por ejemplo, vas en el autobús, y llevas una persona a tu lado, saluda; y si te responden el saludo puedes preguntar cualquier cosa “¿Vives cerca de acá?”, “¿Vas a tu trabajo?”, Hace mucho calor, ¿verdad?, etc. Cualquier frase es válida para iniciar una conversación, muchos leen en la calle, en el bus, en un café, en el avión, etc. Así que puedes preguntar algo relacionado con el libro; las posibilidades para iniciar una conversación son muchas.
2. Traslada a lo espiritual: Por ejemplo: ¿Fuiste a la iglesia el domingo?, ¿Vienes de familia cristiana? o cualquier tema que implique el área espiritual. Incluso, podrías portar contigo tratados evangélicos y decirle ¿tienes uno de estos? Entonces se lo das y en vez de dejar que lo lea, tú continúas con la conversación: es un tratado evangélico, ¿has ido alguna vez a la iglesia?
3. Presenta la LEY de Dios: Los dos puntos anteriores tienen que ver con la manera de relacionarnos, si tú tienes habilidad para hablar con cualquier persona entonces puedes omitirlos, pero si eres tímido y te cuesta, ahora ya tienes algunas ideas de cómo entablar conversación; pero ahora hemos llegado al punto importante, el que hemos estudiado toda la semana: Presentar la ley de Dios. Entonces respecto al punto anterior, te pudieron responder que nunca han ido a la iglesia, o que no les interesa o que van de vez en cuando, etc. Ahora puedes tú preguntar lo siguiente: ¿Te consideras una buena persona? La mayoría dirá SÍ, entonces tú amablemente puedes preguntar ¿alguna vez has dicho una mentira? (esto debe hacerse amablemente, con amor, es más, con una sonrisa en tus labios porque en realidad lo estás confrontando pero debe hacerse con amor) Si la persona es sincera te dirá que sí ha mentido muchas veces, entonces tú le explicas que eso es romper la ley de Dios porque Dios en sus mandamientos prohibió mentir, puedes preguntarle si alguna vez ha robado algo, aunque sea pequeño; y si admite que sí, entonces también ha roto el mandamiento “No robarás”; no explicaré todo porque los diez mandamientos ya están explicados en el post anterior, así que si no lo has leído, revisarlo, copiarlo, y aprenderlo para usarlo en este punto.
4. Somete a juicio: Ahora, si la persona fue sincera contigo, deberá reconocer que ha roto muchas veces la ley de Dios, así que ahora dile esto: “Basado en tus propias respuestas, si Dios te juzgara en base a los diez mandamientos, ¿te declararía inocente o culpable?” Sí te dice culpable (pues así tendría que ser) entonces preguntas: ¿Crees entonces que irías al cielo o al infierno?
5. Confronta: Cuando le preguntes si cree que irá al cielo o al infierno, entonces puedes recibir varias respuestas:
a. Yo no creo en el infierno. Tú amablemente le puedes poner un ejemplo. “Si yo me pusiera frente a la trayectoria de un camión y dijera “No creo en los camiones” de todas maneras el camión seguiría existiendo y al alcanzarme moriría atropellado” Así que no importa si tú crees o no en el infierno, porque aunque no creas el infierno seguirá existiendo y tarde o temprano tendrás que enfrentarte a él.
b. Yo se que he fallado, pero Dios es bueno así que iré al cielo: Estas personas que responden así, creen que como Dios es bueno él debe perdonarlo todo llevarnos a todos al cielo. Entonces, debes explicarle la naturaleza bondadosa de Dios: Un Juez BUENO, deberá castigar a todo aquel que haya quebrantado la ley, porque si deja pasar la falla de alguien, dejaría de ser bueno y pasaría a ser un juez corrupto; de la misma manera tenemos un Dios tan bueno, que debe castigar a todo culpable, porque si no lo hace, dejaría de ser bueno. Así que como tú has admitido haber quebrantado los 10 mandamientos, cuando te enfrentes a Dios, él te encontrará culpable.
c. Se que he fallado, así que iré al infierno: Ahora, puedes preguntarle si eso le preocupa. Explícale cuan valiosa es su alma y cuán grande perdida sería tener que ir al infierno.
6. Gracia al humilde: Ahora, si te das cuenta, por medio del uso de la ley hemos llegado al inciso (c.) donde la persona se ha dado cuenta que es pecadora y que irá al infierno y una vez que admita su preocupación o que tú le hagas ver la gravedad de su situación, entendemos que está persona ya está quebrantada por la palabra de Dios, así que a partir de ahora ya podemos mostrarle la gracia de Dios. Para esto tienes un famoso versículo: Juan 3:16, de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en el crea no se pierda sino que tenga vida eterna. Así que guíalo para que comprenda este proceso. “Tú eres culpable, y el día del juicio Dios te castigará, pero Jesús pagó la multa por tus pecados, solo debes aceptar ese pago y Jesús te limpia y Dios te dará por inocente, serás perdonado y no tendrás que ir a condenación”
7. Fin del evangelismo: Ninguna platica de evangelismo está completa si no haces esta pregunta: ¿Te gustaría confesar a Cristo tus pecados y pedirle perdón por ellos? Si acepta, guíalo en oración, ora por él, recomiéndale una iglesia cercana donde pueda congregarse y en la medida de lo posible consigue su número telefónico o dirección para poder darle seguimiento y ayudarlo en esta nueva etapa.
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