¿Dónde está oh muerte tu aguijón?

Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 1 Corintios 15:54

El famoso padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, dijo “Y finalmente ahí está el doloroso enigma de la muerte, para el cual aún no se ha encontrado ningún remedio en lo absoluto; y quizás nunca lo haya.”

Sin embargo un hombre llamado Pablo hizo una magnifica declaración: ¡Sorbida es la muerte en victoria! O como diría la NTV “La muerte es devorada en victoria”

Pablo nos está llevando al momento futuro de nuestra redención, cuando aquellos que hayan muerto sean resucitados y los que estemos vivos seamos arrebatados, para encontrarnos con el Señor en las nubes.

Pero hay algo que me emociona en estas líneas, claro que me emociona desmedidamente el momento en que seamos vestidos de incorrupción, pero hay una frase de Pablo que me llama mucho la atención, pues en el versículo 55, tenemos a un hombre que sabe que la muerte es un enemigo derrotado; así que Pablo hace una declaración muy atrevida y la más valiente que algún hombre haya podido a la muerte, ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Es casi una burla, al reconocer a un enemigo que se enseñoreaba de la humanidad, pero ahora está vencido gracias al sacrificio del Cordero.

Así que Pablo está diciendo en estas líneas, ¡no temeré! ¿Por qué habría de temer a un enemigo derrotado? Si la muerte ya no es capaz de destruirme, pues únicamente sirve como instrumento para conducirme a mi morada eterna en donde veré cara a cara a aquel que dio su vida por mí.

El aguijón de la muerte es este: que todos hemos pecado y por tanto tenemos que comparecer ante Dios, el juez supremo, así que para aquellos que están sin Cristo, aún está presente ese aguijón, pero para aquellos que hemos sido lavados en la sangre del cordero, la muerte no tiene mas potestad sobre nosotros.

Que dicha saber que la muerte de Cristo sirvió para darnos vida y pienso, que en el momento en que Jesús murió las huestes demoniacas creyeron haber obtenido la victoria, pensaron que aquella promesa del protoevangelio que decía que la simiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente ya no iba a cumplirse, pero que horror debieron sentir cuando vieron al hijo de Dios levantándose al tercer día, si hubieran comprendido que el sacrificio de Cristo, el cordero inocente era todo lo que la humanidad necesitaba para que el poder de la muerte fuera derrotado, nunca lo hubieran hecho, ¡pero ahí estaba Cristo resucitado! trayendo con él esperanza para toda la humanidad.

Así que ahora decimos, ¿Dónde está oh muerte tu aguijón? ¿Dónde sepulcro tu victoria?

Así que de todo esto podemos regocijarnos porque la muerte no tiene más poder sobre nosotros y cuando venga a terminar con nuestra vida sobre esta tierra, en realidad solo estará viniendo a nuestro servicio para llevarnos a la morada eterna a ver cara a cara a nuestro salvador, por eso Pablo decía que todas las cosas nos ayudan a bien a quienes amamos al Señor, pues aún si llega la misma muerte (que podría considerarse como lo peor que nos pueda pasar) tampoco eso sería malo, porque para nosotros el vivir es Cristo y el morir ganancia.

Ahora, una vez que tenemos esta verdad y que no hay noticia más maravillosa que el evangelio de Cristo, Pablo termina con esto:

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Ahora, quiero motivarles a gozarse en esta verdad, a celebrar la victoria de Jesús sobre la muerte.

Ahora que no vamos a la iglesia, sino que estamos siendo la iglesia, vamos a compartir con otros las buenas noticias del evangelio, para que junto a nosotros puedan obtener la vida eterna en Cristo Jesús.

Un abrazo a todos, espero que se encuentren muy bien, perdonen mi ausencia en estos días, han sido días complicados. Pero ánimo para todos.